Conocimiento tradicional agrícola quechua se convierte en pilar ante cambio climático
Investigación doctoral señala impacto del cambio climático en región del sur de Perú
Estas comunidades quechuas, situadas a más de 3.900 metros sobre el nivel del mar, han desarrollado una serie de conocimientos ancestrales que les permiten enfrentar los extremos climáticos y conservar su valiosa agrobiodiversidad, la cual, incluye plantaciones de productos como la papa, quinoa, cañihua, tarwi, coca, papaliza, izaño y avena, entre otros.
Esta riqueza cultural y científica, así como de productos agrícolas, mantienen la eficacia y calidad de producción gracias a conocimientos milenarios; actividad que ha sido el objeto de estudio principal en la investigación de tesis doctoral del peruano Zenón Porfidio Gomel Apaza, en el marco del Doctorado en Ciencias Naturales para el Desarrollo (DOCINADE), posgrado interuniversitario del Tecnológico de Costa Rica (TEC), la Universidad Nacional (UNA) y la Universidad Estatal a Distancia (UNED).
“Los aportes son fundamentales para dar contenidos de gestión de las políticas públicas a nivel nacional, regional y local. Sin embargo, las controversias sobre el conocimiento científico y el conocimiento tradicional persiste, llenando de escepticismo la posibilidad de avanzar en los convenios de biodiversidad y, en particular, en los objetivos de desarrollo sostenible proyectados al 2030”.Zenón Porfidio Gomel Apaza, PhD.
Persistencia de los conocimientos tradicionales
Entre 2015 y 2017, este investigador peruano aplicó distintas metodologías investigativas que incluyeron entrevistas y convivencias con agricultores mayores de 44 años, revelando un amplio repertorio de prácticas agrícolas que han perdurado a través de generaciones.
Esta recopilación de conocimientos tradicionales fueron clasificados en siete categorías:
- Manejo del suelo.
- Manejo del agua.
- Sanidad vegetal.
- Prevención de heladas.
- Prevención de granizadas.
- Ritualidad y organicidad.
- Agrobiodiversidad.
La persistencia de estos conocimientos fue notablemente alta, con más del 90% de los agricultores entrevistados que aún mantienen activa la práctica de distintas técnicas. El estudio demostró, además, que la comunidad de Carmen Alto presentó una mayor adherencia a estas prácticas en comparación con Koriñahui.
Sin embargo, el estudio identificó 134 actividades tradicionales relacionadas a la tierra y manejo de humedad, en riesgo por acciones propias de la actividad humana, así como ambientales relacionadas al cambio climático.
Adaptación al cambio climático
A pesar de estos desafíos, los conocimientos tradicionales han demostrado ser efectivos en la adaptación. Las prácticas preventivas para enfrentar heladas y granizadas, así como las estrategias para mitigar la incidencia de plagas y enfermedades, se mantienen como esenciales para mantener la producción agrícola.
Un ejemplo destacado es la diversidad de cultivos de papa y quinoa, donde las mezclas de variedades han mostrado una mayor resistencia a los extremos climáticos. En particular, las variedades de quinoa con mazorcas compactas han demostrado una notable tolerancia a las granizadas, según los resultados del investigador, plasmados en la tesis doctoral defendida en agosto de 2023.
Gomel añadió que la actividad agrícola de las comunidades de Carmen Alto y Koriñahui representan un modelo de resiliencia y adaptación en un contexto de rápidos cambios climáticos no solo asegurando su propia supervivencia, sino que también ofrecen valiosas lecciones para enfrentar los desafíos globales del cambio climático; saberes esenciales para construir un futuro sostenible y equitativo.
La investigación doctoral de Zenón Porfidio Gomel Apaza está disponible en el Repositorio TEC y espacios del DOCINADE en el siguiente enlace: https://repositoriotec.tec.ac.cr/handle/2238/14611
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