El Organismo de Investigación Judicial (OIJ) ha observado que Alejandro Arias Monge, alias «Diablo«, el criminal más buscado en Costa Rica, ha modificado su manera de operar.
Tras recientes golpes de las autoridades, Arias ha perdido control directo sobre su red criminal y ahora actúa más como intermediario, facilitando recursos a nuevos narcotraficantes en lugar de gestionar directamente los puntos de venta.
Según Randall Zúñiga, director del OIJ, «Diablo» ya no lidera una estructura jerárquica, sino que brinda «servicios de logística» como armas y drogas a aquellos que buscan establecerse en nuevos territorios.
A pesar de esta pérdida de control, Arias mantiene cierta influencia en su zona de origen, en el Caribe Norte, especialmente en Pococí, Siquirres y Sarapiquí.
La nueva forma de operar, similar a patrones internacionales descritos en medios como Tulsa King, refleja un cambio en su esquema criminal.
Este cambio puede indicar un debilitamiento en su estructura, ya que su organización previamente generaba entre 300 y 350 millones de colones semanales.
El OIJ, en una operación en diciembre pasado, desmanteló parte de la red de «Diablo» y detuvo a 18 personas cercanas a él, incluidos familiares y un exagente del OIJ.
Arias sigue prófugo desde 2016, operando en zonas de difícil acceso cerca de la frontera con Nicaragua.
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