Levantarse, estirar el cuerpo y realizar movimientos es lo que los funcionarios del Programa Nacional de Formación Tecnológica (PNFT) realizan a diario en sus trabajos como parte de las Pausas Activas para oxigenar el cuerpo y desconectarse de las tareas cotidianas.
Liderados por una compañera, quien toca una campana, las personas se ponen de pie y realizan una serie de movimientos.
El hábito está tan inmerso en esta dirección que las personas que tienen modalidad mixta de trabajo también lo hacen en su casa.
Las pausas activas son breves descansos en la jornada de trabajo que buscan despejar la mente unos minutos para luego retomar la concentración. Se basa en ejercicios de respiración, meditación y acciones corporales que saquen a las personas de su posición.
Karen White, funcionario del MEP, manifestó que hacen las pausas desde hace varios años y son de mucha ayuda para el mantenimiento o control de dolores de tendones, extremidades, problemas de túnel carpiano, bursitis, dolores de piernas y vertebras.
“Además, disminuye el estrés, nos relaja y mejora la convivencia del equipo de colaboradores, nos ayuda con la concentración lo que aporta a tener un mejor desempeño laboral”, explicó White.
Sus compañeros comentan que hace unos meses se pasaron al edificio Torre Mercedes, en Paseo Colón de San José, y la primera vez que hicieron sus actividades otras personas se quedaron sorprendidas al verlos y muchos no entendieron la dinámica.
Con el paso de los días, algunos se han unido a esta saludable práctica, pero ellos hacen un llamado a que todas las personas saquen unos minutos de su horario y se levantan, se estiren y se relajen para luego continuar.
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