La corrupción en el sistema carcelario y los abusos son una constante
En el sistema penal, los oficiales se enfrentan a diario a la tentación de la corrupción. En el gobierno actual, se han registrado 23 agentes de seguridad que han sido dados de baja o enfrentan procesos administrativos y penales por introducir celulares y drogas a los centros penales.
En el año 2022, se detuvieron a 51 policías penitenciarios de los más de 4.200 que forman parte de los cuerpos policiales penitenciarios. Esta cifra es una evidencia real del flagelo y de cómo las organizaciones criminales seducen a los policías.
Diferentes actores y fundaciones que brindan ayuda a los privados de libertad han señalado que las medidas de contención y seguridad en los presidios dan tranquilidad a las familias de los reclusos.
Sin embargo, las estadísticas de policías corruptos demuestran que la corrupción dentro de las cárceles costarricenses y el descontrol en el ingreso de funcionarios a los centros penales aún persisten, a pesar de los esfuerzos de la actual administración por erradicar este problema.
Las denuncias por abusos en el sistema penitenciario
Además de la corrupción, también existen denuncias de abusos por parte de una gran parte de los más de 4.000 oficiales que trabajan en el sistema penitenciario.
La Sala Constitucional ha aceptado un recurso de hábeas corpus presentado por un privado de libertad que fue víctima de un uso desproporcionado de esposas y cacheo durante una intervención de la policía penitenciaria en el Centro de Atención Institucional Jorge Arturo Montero Castro, en la Reforma de San Rafael de Alajuela.
Ante este y otros casos, las investigaciones permanecen abiertas, buscando garantizar la integridad y el respeto de los derechos humanos de los privados de libertad.
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