El Juzgado Penal de Puntarenas ha impuesto arresto domiciliario con monitoreo electrónico a un técnico judicial sospechoso de tráfico de drogas y de filtrar información sobre investigaciones.
A pesar de estas acusaciones, el sujeto podrá continuar laborando en el Tribunal Penal de la misma localidad.
El funcionario judicial fue detenido el sábado sobre la Ruta 1 en Puntarenas. Durante la captura, los agentes del OIJ decomisaron una bolsa de droga que tenía en su posesión.
Se le confiscó un total de 500 gramos de cocaína y un millón y medio de colones en efectivo. El sujeto también trató de evadir un retén policial, chocó un vehículo del OIJ e intentó esconder evidencia.
El fiscal adjunto, Mauricio Boraschi, expresó su preocupación sobre el hecho de que el sospechoso continúe trabajando en el Tribunal Penal.
«Es preocupante que, a pesar de la solicitud de seis meses de prisión preventiva, el Juzgado Penal determinó que no procedía y optó por una medida sustitutiva de monitoreo, permitiéndole seguir trabajando en el Tribunal Penal», comentó Boraschi.
Junto al funcionario judicial, otro sujeto fue detenido. Ambos sospechosos habrían ofrecido hasta siete kilos de cocaína a un agente encubierto, y finalmente vendieron cerca de medio kilo durante una transacción vigilada.
Los agentes judiciales de Puntarenas realizaron dos compras en total para capturar a los sospechosos.
La Fiscalía ha solicitado la suspensión inmediata del funcionario de su cargo, argumentando la incongruencia de que una persona acusada de tal delito continúe trabajando en un Tribunal Penal y atendiendo al público. «Es doloroso ver a un funcionario judicial involucrado en temas como este», agregó Boraschi.
La investigación fue llevada a cabo por el OIJ de Puntarenas, la Fiscalía contra el narcotráfico y delitos conexos, y la Fiscalía contra el crimen organizado.
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