El aumento de las denuncias por desaparición de mujeres
Durante el transcurso del 2024, las autoridades judiciales han recibido 392 denuncias por desaparición de mujeres, desde enero hasta el 30 de abril.
Esto representa un incremento significativo en comparación con el año anterior, donde se reportaron 1.354 casos de personas no localizadas. Ante esta situación alarmante, el Ministerio Público recomienda denunciar la desaparición de inmediato.
La importancia de denunciar de inmediato
Es fundamental que los familiares o allegados de una persona que no sepa dónde se ubica o no logre tener contacto con ella, interpongan una denuncia sin esperar un lapso específico.
Contrario a la creencia popular, no es necesario que pasen 24 o 48 horas del extravío para buscar ayuda de las autoridades. Desde el momento en que ocurra alguna de estas dos situaciones, es crucial acudir a interponer el reporte respectivo.
Para reportar la desaparición, debe hacerlo una persona cercana como un familiar o alguien allegado. Al momento de presentarse, es importante identificar al no localizado proporcionando su nombre completo, edad, nacionalidad y una fotografía digital actualizada donde se logren apreciar los rasgos físicos.
Estas denuncias pueden presentarse ante cualquier oficina del Organismo de Investigación Judicial o a través de la línea 800-8000-645, así como llamando al sistema de emergencias 9-1-1.
La importancia de actuar rápidamente
Las primeras horas son esenciales para poder dar con el paradero del extraviado o extraviada. Entre más rápido se inicie con el abordaje del reporte, se podrá definir primero si nos encontramos ante una ausencia voluntaria o involuntaria y a partir de ese momento iniciar las investigaciones pertinentes.
El protocolo especial para la investigación de la desaparición de mujeres mayores de edad
Para investigar específicamente el extravío de mujeres mayores de edad, las autoridades judiciales tienen un protocolo especial. Esto permite a los agentes seguir paso a paso las acciones necesarias para conducir la búsqueda.
En una primera fase, se atiende el reporte con una valoración sobre el riesgo al que estaría expuesta la mujer. Se realizan entrevistas al entorno familiar y se publica una ficha con los datos personales de la desaparecida.
Además, se realizan consultas de bases de datos a nivel nacional y una inspección en la última ubicación conocida.
Posteriormente, funcionarios de la Fiscalía se reúnen con agentes del OIJ para recopilar la información obtenida hasta ese momento y así valorar las siguientes diligencias.
En una segunda fase, que se lleva a cabo entre las 24 a 72 horas iniciales, se visita el lugar de trabajo o estudio de la mujer ausente. Se realiza un rastreo telefónico, se consultan los movimientos migratorios, correo electrónico y redes sociales, así como una consulta a los movimientos bancarios.
La tercera fase de investigación inicia transcurridas las 72 horas de desaparición. En esta etapa, se realizan inspecciones en los lugares que la mujer frecuentaba o que ocasionalmente visitaba.
Además, se genera una alerta de monitoreo en las bases de todas las instituciones, se revisan los registros médicos y se verifica si la persona contaba con una póliza de vida.
En la última fase, del cierre del caso, los agentes del OIJ emiten un informe que puede incluir la resolución, un cese de ausencia o un caso no resuelto.
En cada desaparición, las autoridades pueden realizar otro tipo de diligencias para tratar de hallar a las víctimas. La información que brinda la ciudadanía, incluso de forma confidencial, es clave para colaborar con la búsqueda.
Todas las pistas se validan y se corroboran por parte de los investigadores. Sin embargo, es importante destacar que brindar información falsa de forma intencional puede exponer a la persona a la apertura de una causa en su contra.
Los funcionarios judiciales son constantemente capacitados para abordar la desaparición de mujeres, dado que los casos deben tratarse con una perspectiva de género.
Según el Ministerio Público, existen casos en los cuales la mujer o cualquier persona reportada decide alejarse de su entorno familiar o social por razones muy personales. Sin embargo, también es importante considerar que la ausencia involuntaria puede ser señal de un eventual delito como un rapto.
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