Después de más de una década de dificultades, las comunidades de Esterillos y Bejuco finalmente recuperaron el acceso al agua potable, un recurso vital que estuvo comprometido por la presencia de hierro y manganeso en las fuentes de suministro.
Este logro es el resultado de un esfuerzo conjunto entre el AyA, los vecinos y empresarios locales, quienes se unieron para devolver calidad de vida a más de 3.200 habitantes de la región.
El proyecto comenzó el 10 de mayo tras una reunión clave entre el AyA y actores locales, marcando el compromiso de esta administración para resolver la crisis de agua.
Las obras concluyeron el mes pasado, y el 25 de septiembre se realizaron pruebas que confirmaron la calidad del suministro.
Juan Manuel Quesada, presidente del AyA, expresó:
«Durante más de una década, 3.200 personas en Esterillos y Bejuco han sufrido por la falta de agua potable, afectando su calidad de vida y el desarrollo de esta zona. Hoy estamos dejando atrás el olvido en el que estaban estas comunidades y les estamos devolviendo la esperanza de un futuro más próspero. Esta es otra muestra de que cuando se quiere, se puede”.
Inversión y Mejoras
Con una inversión que superó los ₡89 millones, se realizaron las siguientes mejoras para asegurar el acceso sostenible al agua potable:
- Rehabilitación de la naciente: Se mejoró la fuente de agua natural para garantizar su buen funcionamiento y la calidad del suministro.
- Instalación de un bypass operativo: Se colocó un sistema alternativo que permite desviar el agua cuando sea necesario, evitando interrupciones durante reparaciones.
- Renovación de la línea de conducción: Las viejas tuberías fueron sustituidas por nuevas, mejorando la velocidad y eficiencia del suministro.
- Actualización de macromedidores: Se instalaron nuevos medidores para asegurar una medición precisa y evitar el desperdicio de agua.
- Instalación de válvulas y equipos de desinfección: Se colocaron nuevas válvulas y equipos para garantizar que el agua sea limpia y segura para el consumo humano.
Este proyecto fue posible gracias a la colaboración de todos los actores involucrados, quienes aportaron materiales y mano de obra para la rehabilitación de la naciente, demostrando un firme compromiso con el bienestar de la comunidad.