Un niño de tres años, vecino de Golfito, se encuentra internado en el Hospital Nacional de Niños (HNN) tras ser atacado por una serpiente, confirmaron las autoridades del centro médico.
Según el Dr. Carlos Jiménez, especialista del hospital, el menor ingresó el pasado domingo, y aunque su condición fue delicada al principio, ha mostrado una evolución favorable desde su ingreso.
El menor recibió la mayor parte del tratamiento en su Área de Salud local, donde se le aplicaron los antídotos correspondientes para contrarrestar el veneno.
Tras ser estabilizado, fue trasladado al HNN para tratamiento complementario y una valoración quirúrgica que, según el Dr. Jiménez, no será necesaria por el momento debido a la buena respuesta del paciente.
“La evolución ha sido satisfactoria, y, de momento, no requerirá intervención quirúrgica”, informó el médico.
Terciopelos, los más peligrosos
Las estadísticas de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) revelan que en 2022, seis de cada diez casos de mordeduras de serpientes que llegan a los hospitales son causadas por terciopelos, una de las serpientes más venenosas y comunes en áreas rurales de Costa Rica.
Este tipo de mordeduras puede ser extremadamente peligroso debido a la rapidez con la que el veneno se propaga por el cuerpo, afectando principalmente a personas en zonas remotas, donde el acceso rápido a tratamiento médico es limitado.
Recomendaciones médicas ante mordeduras de serpiente
Ante la creciente incidencia de mordeduras de serpiente, los especialistas recomiendan tomar varias medidas cruciales tras un ataque para minimizar el impacto del veneno.
Es fundamental que la persona afectada mantenga la calma y trate de moverse lo menos posible, ya que el movimiento acelera la circulación sanguínea y, por ende, la propagación del veneno.
También se aconseja retirar cualquier joya o prenda ajustada, ya que las extremidades pueden hincharse rápidamente.
Además, es recomendable intentar mantener la mordedura al nivel del corazón o por debajo para ralentizar la circulación del veneno hacia el resto del cuerpo.
El caso de este niño sirve como recordatorio de los peligros que enfrentan las comunidades rurales expuestas a la fauna venenosa de Costa Rica y la importancia de contar con acceso rápido a atención médica adecuada en estas situaciones.