- Pacientes deben aprender a identificar qué desencadenan sus crisis de asma para evitar exposición.
- Uno de cada cuatro costarricenses va a tener algún problema relacionado con el asma.
Es una enfermedad controlable. Como cualquier otra enfermedad crónica cuando el asma también logra controlarse de manera adecuada, le permitirá al paciente tener una vida completamente normal, participar de actividades deportivas y sociales sin ninguna limitación.
Así lo afirma el Dr. Arturo Solís Moya, especialista en pediatría y neumología del hospital Nacional de Niños, quien además señala que a pesar de que se trata de una enfermedad de la cual se ha venido hablando hace muchos años, aún las personas suelen ver su diagnóstico de manera muy estigmatizante y se sigue asumiendo como una verdadera mala noticia.
Las personas suelen relacionar de inmediato asma con ideas de crisis frecuentes, que el niño no va a poder realizar ejercicio, que lo van a tener que sacar de las actividades que tanto le gustan, relacionan el asma con noches largas en servicios de urgencias a altas horas de la madrugada, con nebulizaciones constantes, etc.
Si bien esto puede ser parte de la enfermedad en algún momento de la vida del paciente asmático, lo cierto es que ha dejado de ser lo más frecuente, quizá hace 10-20 años solía ser más común, pero en la actualidad, existen muchas posibilidades de tratamiento, afirmó el especialista.
Recalcó que se trata de una enfermedad que se puede controlar y que, por lo tanto, las personas que la padecen pueden disfrutar de una vida normal, como cualquier otra persona no asmática, siempre y cuando mantengan en control adecuado su enfermedad, cumpliendo con el tratamiento indicado.
El asma es una enfermedad respiratoria que afecta las vías aéreas; es decir, que la tubería que conduce el aire del ambiente hacia los pulmones está crónicamente inflamada, se va cerrando con el paso del tiempo y ante ciertos estímulos, de tal forma que le va produciendo al paciente síntomas tales como la dificultad respiratoria, tos, sibilancia y la apretazón de pecho.
Si bien se puede desarrollar a cualquier edad, cerca del 80% de las personas que la desarrollan lo hacen antes de entrar a la escuela, es una enfermedad muy pediátrica, no obstante, se puede desarrollar a cualquier edad. Aproximadamente entre un 15% y un 20% de los niños que desarrollan asma en la infancia continúan con la enfermedad en la edad adulta.
En la mayoría de los casos el asma tiene un componente hereditario, existe una predisposición en los pacientes asmáticos, genéticamente hablando para desarrollar la enfermedad. Lo que varía entre un niño y otro es a partir de qué edad comienza a tener manifestaciones asmáticas, pero la gran mayoría nace con esta predisposición, con algunos genes que en algún momento van a expresarse por medio de los signos asmáticos ya mencionados.
Como país, Costa Rica presenta una alta incidencia, estudios realizados han confirmado que alrededor de un 25-30% de los adolescentes menores de 17 años padecen de asma, se trata de una cifra alta, lo que quiere decir que uno de cada 4 costarricenses va a tener problemas relacionados con el asma. Los costarricenses somos muy atópicos, somos proclives a tener enfermedades alérgicas, siendo también una condición genética en la población costarricense, la riqueza de flora que tenemos la cual es muy variada, su diversidad, hace que los niveles de ácaros, pólenes que prevalecen en los hogares costarricenses son muy altos, las mascotas, el clima, etc.
LAS CRISIS ASMÁTICAS: CONOCER SUS DESENCADENANTES ES IMPORTANTE
A mayor conocimiento que se tenga de la enfermedad, mayor y mejor calidad de vida tendrá la persona.
De acuerdo con el especialista, tanto en los niños como en los adultos los principales desencadenantes de las crisis asmáticas tienen que ver con infecciones respiratorias, como las gripes o influenza, así como infecciones por otros virus.
También el factor ambiental es muy importante, como los cambios de temperatura, el ingreso de la estación lluviosa, la contaminación ambiental, el fumado de primera, segunda y tercera mano, olores fuertes como el Diesel, la gasolina, barniz, cera. El polvo, los ácaros y los llamados aero alergenos; es decir, sustancias que se difunden por medio del aire y que van a provocar dentro de esa tubería respiratoria más inflamación, más cierre y por lo tanto llevan al paciente a una crisis de asma.
También las emociones positivas o negativas podrían conducir a una crisis de asma, pero es importante recalcar que es en pacientes no controlados. Por ejemplo, un niño que, jugando se le hacen cosquillas y se ríe demasiado puede terminar con tos y dificultad respiratoria. También las malas noticas, pérdida de un familiar, la muerte de la mascota, períodos de exámenes escolares, presentación de trabajos, malas notas etc.
Es difícil hablar de curación del asma, no se puede garantizar o establecer la curación como tal porque si bien es cierto que muchos niños que se tratan durante la infancia de manera adecuada, con correcto tratamiento, con un control periódico adecuado y una evolución con su médico tratante, pueden llegar a llevar una vida normal y superar los síntomas y las crisis frecuentes, mucho va a depender del estilo de vida, decisiones que tome como fumar a vapear en la edad adulta, para que nuevas manifestaciones o crisis asmáticas vuelvan a aparecer en la adultez.
Lo que sí es definitivo es que, siendo una enfermedad controlable, va a permitirle a la persona que la padece y que está bien controlado llevar una vida normal, tener una calidad de vida para disfrutar de todo lo que desee.
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