Muchas veces las madres hacen una laborar impresionante por todas las personas, desde: preparar las comidas, hacer las labores domésticas, hacer el presupuesto para llegar a final de mes e inclusive otros aspectos que son muy pocos valorados por algunas personas. Ellas son las superheroínas sin capa, pero también detrás de eso, ellas necesitan cuidar su salud mental para seguir haciendo un excelente trabajo en sus hogares.
“La mamá ni la mujer “superheroínas” existen. La madre ante todo es una persona, un ser humano y así debe comprenderlo ella y quienes viven a su alrededor. Ella no debe mitificarse. Es decir a la madre no deben atribuírsele características de superheroína, porque entonces la obligamos a estar siempre dispuesta al sacrificio, sin que se canse ni física ni mentalmente. Eso le genera una gran presión, muchas veces inconsciente y visible solo con el paso de los años”, comentó la Psicóloga Clínica, Paola Vargas Gómez.
Para apoyar la salud mental, hay recomendaciones clave para que las madres las apliquen o quienes conviven con ella alerten de las manifestaciones del comportamiento de “superheroína”.
Actitudes y medidas de la salud mental de mamá
- Hacer todo y hacer todo perfecto: Por ejemplo, ser una profesional exitosa y a la vez querer cumplir a la perfección con todas las tareas del hogar. Podemos analizar los mitos y realidades de la perfección y sus consecuencias.
- Oficio doméstico y estrés: Reconocer el trabajo doméstico como un trabajo real que conlleva mucha dedicación, por ejemplo, preparar comidas para cada uno de los integrantes de la familia y evitar que los alimentos se desperdicien. Esto trae consecuencias del estrés en la calidad de vida y la salud mental.
- Cuidado de familiares: La madre que debe administrar el bienestar de esposo, hijos (as), nietos (as), abuelos (as). Debe existir una distribución de deberes entre la familia. La mujer debe establecer límites y un equilibrio entre apoyo y autonomía, velar por el cuidado de la salud propia.
- Superheroína: La madre no es un ser etéreo ni una santa. Tiene que existir un reconocimiento de las propias limitaciones y fortalezas. Debe ser normal para ella pedir ayuda. Debemos humanizar la figura de madre, con defectos y virtudes, con debilidades y fortalezas.
- La forma de tratarnos: Debemos aplicar la “fórmula de los tres autos” autoaceptación, autocompasión y autocuidado.
Cifras que alertan
Diferentes estudios y encuestas registran que las mujeres en Costa Rica dedican más tiempo a las tareas del hogar que los hombres. Así, en julio de 2024, transcendió el estudio “Igualdad de género en Costa Rica: hacia una mejor distribución del trabajo remunerado y no remunerado”, de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), que señala que mientras las mujeres dedican 23 horas más que los hombres a las labores del hogar (por lo general sin pago económico), los hombres trabajan 15 horas más fuera de la casa y reciben su paga. Esto incide en la autonomía y el bienestar integral de la mujer, según la fuente.
El Banco Central de Costa Rica también publicó una herramienta o simulador para calcular el valor económico del trabajo doméstico no remunerado y en algunos casos, puede representar hasta cerca de medio millón de colones mensuales, en la situación hipotética de que las personas que lo realizan, tuvieran que cobrarlo.
Por su parte, en ese mismo mes, la CCSS divulgó cifras sobre el incremento en las consultas por estrés en el país. Entre el año 2022 y el 04 de julio de 2024, los centros médicos atendieron 237.550 consultas por estrés, de las cuales un 74% fueron mujeres, es decir, una mayoría, 175.784. El grupo de edad de mujeres más afectadas por el estrés es quienes tienen entre 20 y 44 años, edad en la que muchas mujeres estudian, trabajan y tienen familia bajo su responsabilidad.
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