Con el paso de los años, el cuerpo humano experimenta transformaciones no solo visibles, como las arrugas y el encanecimiento, sino también en su olor corporal. Aunque este fenómeno suele asociarse con la vejez, su aparición comienza mucho antes de lo esperado.
¿Cuándo inicia el «olor a viejo»?
Investigaciones científicas han determinado que el «olor a viejo» comienza a desarrollarse a partir de los 30 años. Este cambio se debe a un aumento en la producción de lípidos en la piel y una disminución de la capacidad antioxidante del cuerpo, lo que provoca la oxidación de estos lípidos y la generación de un aroma característico.
El 2-nonenal: la molécula responsable
El culpable principal de este cambio es el 2-nonenal, un aldehído que surge como resultado de la oxidación de los lípidos en la piel.
Estudios han demostrado que su presencia se intensifica con la edad, haciendo que el olor corporal de las personas mayores sea más fácil de identificar.
Un experimento publicado en la revista Plos One analizó el aroma corporal de 44 personas de distintas edades. Los resultados revelaron que el olor de los adultos mayores era el más fácil de reconocer, mientras que el de los jóvenes y personas de mediana edad resultaba más difícil de distinguir.
¿Se puede reducir el «olor a viejo»?
Este fenómeno no está relacionado con la higiene, sino con un proceso biológico natural. Sin embargo, algunas prácticas pueden atenuar su intensidad, como:
- Dieta rica en antioxidantes, para frenar la oxidación de los lípidos.
- Hidratación constante, ya que la piel seca acelera el proceso oxidativo.
- Uso de jabones y lociones con pH balanceado, que contienen agentes neutralizantes.
Aunque la ciencia aún no ha determinado si este cambio en el aroma corporal influye en las relaciones sociales, sí ha confirmado que es una parte inevitable del envejecimiento.
¡Deja tu comentario!