Salud

Salud en casa: Testimonios de alivio con Laboratorio Clínico a Domicilio

CCSS lleva el servicio de laboratorio hasta el domicilio de pacientes en condiciones de movilidad severa para la toma y recolección de muestras.

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Para algunas personas es de mucha importancia que los técnicos de laboratorio clínico les vayan a realizar sus exámenes clínicos debido a que algunos no pueden trasladarse debido a alguna enfermedad de fondo o también por la edad. Pero ellos realizan con mucho cariño esta labor.

Don Quírico Chavarría Delgado, es una de las personas que son agradecidas con ellos porque no tiene que trasladarse hasta el ebáis para realizarse sus estudios médicos para darle seguimiento a su salud.

Está agotado, sí, pero inmensamente agradecido porque esa fue otra mañana en la que, como cada tres meses, recibió la visita de los funcionarios del laboratorio clínico del área de salud Carmen-Montes de Oca para tomar sus muestras de laboratorio en la sala de su casa, ubicada en Vargas Araya.

“Denuncia

“Vivo muy agradecido con la CCSS. Cada vez que vienen los señores a visitarme, me tratan muy bien. No tengo cómo pagar tanto bien que me hacen, sobre todo porque yo no puedo caminar y, por eso, que vengan a verme es una gran bendición”, aseguró con un tono de profunda gratitud.

Don Quírico es de pocas palabras, pero aún rememora los días difíciles que enfrentó cuando, hace algunas décadas, un accidente de tránsito le generó múltiples fracturas en varias partes de su cuerpo.

“He vivido con mucho dolor desde hace años, por eso cualquier día que me pueda ahorrar ir al ebáis es una buena noticia. Cada vez que las doctoras y los señores de laboratorio me visitan, me hace sentir muy bien, me siento mucho mejor”, dijo.

La CCSS ha trascendido las estructuras físicas de sus áreas de salud con un programa de visita domiciliar que brinda servicio integral en diversas disciplinas médicas y no médicas, entre ellas, el servicio de laboratorio clínico para la toma de sangre y recolección de muestras a algunos pacientes diagnosticados con síndrome de inmovilización, en un esfuerzo por eliminar las barreras de acceso a los servicios de salud que enfrentan algunos usuarios y llevar este servicio hasta los hogares de quienes más lo necesitan.

Mientras don Quírico aguarda en el sillón de su sala junto a “Paloma”, su perrita e inseparable compañera, el Dr. Jesús Chacón, microbiólogo que lo visitó, verifica las muestras de sangre recién tomadas y que todo lo demás esté correcto.

Como cada día de visita domiciliar, comprobó todos los pasos a primera hora de la mañana antes de iniciar la ruta que, además de la casa de don Quírico, lo llevará hasta el hogar de otros cuatro pacientes.

Todo tiene que estar a punto, según lo que haya solicitado el médico. El recordatorio y las indicaciones son suministradas a los pacientes vía telefónica desde el día anterior a la visita. En su caja hay un poco de todo: agujas, algodón, tubos, bolsas de bioseguridad, guantes, entre otros instrumentos para la óptima atención del paciente.

“La posibilidad de trasladar el servicio de laboratorio hasta la casa de usuarios que no tienen la capacidad de movilizarse, como don Quírico, favorece la comodidad y evita los traslados en condiciones limitadas, mediante una coordinación más sencilla, sin la necesidad de sacar al paciente de su entorno. Eso, sin duda, es buscar el bienestar del paciente”, manifestó el experto.

Es también una manera de acercar el servicio de salud a la comunidad con el mismo seguimiento que el de una persona que acude de forma presencial, aseguró el Dr. Chacón.

Así lo confirmó doña Angelina Méndez Aguilar, su inseparable esposa y fiel cuidadora, quien ha percibido el beneficio de cada visita que su esposo recibe del personal de salud, en comparación con los meses anteriores, cuando tenía que acudir muy a menudo al ebáis con su esposo para que tomaran las muestras de laboratorio.

“Para Quírico y para mí es un gran alivio. Usted no se imagina lo que era, como única cuidadora, tener que sacarlo en silla de ruedas hasta la calle principal y, de ahí, trasladarlo hasta el ebáis, a veces hasta debajo de fuertes aguaceros. Era muy complicado y agotador. Si usted hubiera visto lo malito que él se ponía… qué difícil”, rememoró.

Que lo vengan a visitar desde el ebáis no tiene precio. Uno no tiene cómo agradecer ese gesto, principalmente en nuestro caso, que los dos somos adultos mayores. Vivimos muy agradecidos con la Caja y con toda la gente que siempre lo trata tan bien”, dijo.

Gracias a la Caja Costarricense del Seguro Social por ser humanista y que le importa la salud de sus asegurados.

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Fabricio Alfredo Obando Chan

Periodista graduado de la Universidad Federada San Judas Tadeo con amplia experiencia en la cobertura de temas de cultura, política, salud, nacionales y turismo. Amante de un buen libro, una salida a la playa y encontrar historias cotidianas para volverlas noticias. Laboró en diferentes medios de comunicación en Guanacaste, desde prensa escrita, televisión, radio y prensa digital. Jefe de información, periodista y reportero.

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